Cáceres debe ser un paraÃso para las cigüeñas ya que entre sus torreones, campanarios y tejados hacen sus nidos año tras año.
Luego se irán al sur, pero eso será cuando haga frÃo, si es que lo hace, porque cada vez son más las que deciden quedarse a vivir en la provincia durante todo el año.
Por San Blas cigüeñas verás, y será en la parte antigua de Cáceres donde su silueta, inmutable al tránsito de turistas y paisanos, se convierte en parte de la postal, en el relieve que acompaña la estampa de la ciudad medieval cacereña.
Dicen que en una visita, el prÃncipe Felipe creyó que eran de cartón, por lo quietas y tranquilas que estaban ante el barullo de la prensa.
He encontrado más turistas incrédulos que creÃan que eran de cartón piedra y que las movÃa un extraño mecanismo.