El camino de Santiago es una experiencia que debe vivir toda persona al menos una vez en la vida,yo decidà hacerlo una vez al año,aunque sé que a habido momentos en los que e querido abandonar,o me e visto casi obligado a dejarlo,el sentimiento que se lleva durante esos dÃas que se hacen tan largos de camino,hace que pase lo que pase siga adelante.Todo ello vivido muy intensamente. Minuto a minuto.
El mejor momento es en el que llegas a la catderal,y observandola,te das cuenta de que todo el sufrimiento pasado se te a olvidado,una alegria recorre el cuerpo de arriba abajo,no sabrÃa explicar lo que se siente al llegar a esa meta que vias tan lejos.
Se cierra una etapa del Camino, y se nos abre otra etapa nueva junto con la idea de volver a repetirlo sabiendo el dolor y el cansancio que a supuesto el camino,pero nuevas ilusiones hacen desear volver a empezar.
Y dando una pequeña victoria a la nostalgia, miro atrás a todos aquellos dÃas en el Camino.
Eso si,la próxima vez lo haré sin que sea en año xacobeo,ya que en estas fechas se perdia un poco la ilusión del camino,la gente se via más a una carrera para ser uno de los afortunados con plaza para el albergue,que en disfrutar de lo que el camino nos ofrece.
Algunos,a las 3 de la mañana ya continuaban su andadura con linternas y sin poder apreciar la naturaleza de Galicia,nosotros obtamos por disfrutar de lo que nos ofrecia el camino aunque durmiesemos en la calle,ya que ese es el verdadero camino del peregrino y no una carrera compulsiva por llegar los primeros.