La construcción de las murallas de Cuéllar tiene su origen en el Siglo XII.
Se reconstruyeron y ampliaron durante los Siglos XIV y XV con fines defensivos.
Están hechas principalmente con material de cal y canto,predominando la técnica mudéjar del trabajo con ladrillos en las puertas y torreones más antiguos como la
Puerta de San Basilio, el torreón sureste del castillo,el Arco de San Andrés o los restos de la Puerta de las cuevas.
Se trata de dos murallas diferenciadas,la de la ciudadela y la de la ciudad,de mayor recorrido que envuelve la villa.