El pueblo tiene una fisonomÃa totalmente medieval que muy poco ha cambiado, al menos en lo que se refiere al trazado de las calles: un trazado sinuoso con un evidente sentido práctico, facilitándose la comunicación (una red de calles bien enlazadas mediante otros callejones más pequeños) y resguardando de las inclemencias del tiempo (del sol y del viento). Es un trazado tÃpicamente musulmán, de callejuelas estrechas y altas, pero es ésta una disposición tÃpica de los pueblos de montaña más antiguos, adaptados a la topografÃa (las casas se apiñan en la ladera).