Estambul es sin duda una ciudad para visitar una y mil veces, ciudad acogedora y cruce de culturas, tiene tantas cosas que ver que por norma general los turistas nunca tienen tiempo de acercarse a lugares como el barrio de Kumkapi. Pero cuando uno se ha enamorado de Estambul y ha visitado todos los monumentos visitables siempre quedan sus callejuelas, las cosquillitas de una ciudad que se cuela como un buen perfume evocador a través de todos tus sentidos.
Kumkapi es uno de esos rincones repletos de vida (salvo a primera hora de la mañana de un domingo), por sus suelos adoquinados campan a sus anchas los gatos que todo lo llenan y encuentran cualquier lugar para criar; en TurquÃa hay un gran respeto por los gatos, no se ven muchos perros pero los gatos son los reyes de las calles quizá porque de este paÃs son originarios los enormes gatos de angora.
Kumkapi es un barrio de pescadores con hermosas casas otomanas conservadas algunas muy bien y otras en ruinas, como no viven del turismo y pocos extranjeros se adentran en estos lares conserva el espÃritu natural del pueblo turco, sociable y acogedor, con tendales en las ventanas. Este histórico barrio se encuentra a tan sólo cinco minutos a pie de Sultanahmet y a pesar de que nadie lo ha reformado durante años, conserva su encanto y el ritmo frenético diario de los turcos y el sosiego de los dÃas de fiesta.
Pero hay una parte de Kumkapi para los turistas, aquella que está repleta de restaurantes y gente, no las callejuelas que yo recomiendo.
Por cierto que no es una zona iluminada, por lo que no es recomendable visitarla de noche.