Budapest es un lugar de encanto único una de las ciudades imperiales, junto con Praha y Viena, pero la más provinciana de ellas. Su gente es especialmente hospitalaria y de muchos de los lugares destacados ya ha hablado Pepeviajero.
La primera vez que algo de Budapest me llamó la atención fue en un anuncio de Danone, era una piscina preciosa rodeada de columnas, luego supe que era la piscina principal interior del Balneario Gellert, he de reconocer que cuando lo visité me pareció precioso peor no tan bonito como me habÃa parecido.
Budapest es una ciudad de tejados de colorida porcelana Zsolnay, de rincones de delicioso estilo modernista, balnearios, un Parlamento de torres de aguja mirándose en el espejo del Danubio y hasta grutas de estalactitas y estalagmitas calcáreas que solo se pueden visitar en verano.
Sin duda mi lugar favorito es la Iglesia de MatÃas con sus coloreados tejados y su interior profusamente decorado, lamentablemente en las dos ocasiones que la visité estaba en proceso de restauración por lo que no pude contemplarla en todo su esplendor.
El Balneario Széchenyi es el único situado en la zona de Pest, en el XIV distrito, es enorme, de hecho se le considera el establecimiento balneario más grande de Europa con más de 10 piscinas (3 exteriores) , sudaderas, y saunas. Sin duda el mejor baño que yo me dà en una de sus piscinas exteriores fue el de febrero del 2010, cuando estábamos bajo cero y los bañistas no sacábamos del agua más que la cabeza.
Numerosas esculturas adornan con elegancia la ciudad, desde el paseante en el puente que encontramos cerquita del Parlamento, hasta la efigie del PrÃncipe sentada en una barandilla con el castillo a sus espaldas al otro lado del rÃo.
Existen también unas galerÃas modernistas que lamentablemente están poco iluminadas pero que merece la pena pasear, aunque solo sea para guarecerse de la nieve y el frÃo.
En muy hermoso el edificio del Parlamento que puede visitarse previa cita, y pagando una entrada, ya que solo se permiten visitas guiadas; fue construido, entre 1885 y 1904, siguiendo los planos de Imre Steindl y es el mayor edificio del paÃs, escenario de las reuniones de la Asamblea Nacional. La entrada para las visitas se realiza desde su lado izquierdo, en Plaza Kossuth; a ambos lados de la escalera exterior encontramos dos estatuas de leones, las columnas de su fachada están hechas de granito rojo de 6 metros de altura y pesan 4 toneladas cada una; su interior está decorado con mármol y oro y en el techo podemos observar pinturas alegóricas de Károly Lotz como la "Apoteosis de la legislación" y la "Glorificación de HungrÃa". El edificio consta de 691 salas, tiene una longitud de 268 m. y su cúpula una altura de 96 metros, es en este edifico donde podemos encontrar las joyas de la Corona Húngara: corona, cetro, obre y la espalda de estilo renacentista.
Callejear Budapest es un verdadero placer para los amantes de la arquitectura, en cada esquina hay un edificio digno de ser fotografiado, con fachadas muy ornamentadas y estructuralmente muy trabajadas; la sinagoga es un delicioso edificio de ladrillo cuyo interior no visité ya que se debe abonar entrada y no todos sus lugares son accesibles al público.
No se puede visitar Budapest sin aprovechar para ir a la ópera, los precios varÃan de lo más caro hasta lo más popular, nosotros fuimos a ver Tosca por un euro por persona, asà que no hay disculpa.
Recomiendo que a Budapest se vaya de apartamento y no de hotel, vivir sus mercados confraternizar con sus gentes y comprar en el Mercado Central unos buenos chuletones con los que ponerse morados con unas buenas cervezas.
Es Budapest sin duda mi ciudad europea favorita, por su encanto y sobre todo por sus gentes.