En el valle del Rin descubrimos una ciudad balneario (Baden es en alemán balneario) del estilo, tan tÃpico, centroeuropeo de principios del siglo XIX. Es una ciudad elegante con nobles edificios que es centro editorial del paÃs y acoge la Biblioteca Nacional de Alemania. Su zona peatonal parece transformar esta gran ciudad de 300 mil habitantes en un pueblecito tÃpicamente alemán.
Es famosa la calle Taunusstraße, conocida por la milla de las antigüedades y la Marktbrunnen (fuente del mercado) que está justo en el centro de la ciudad, en Schlossplatz, y fue construida en 1537, destruida en la Guerra de los Treinta Años y restaurada posteriormente.
Los edificios más destacados son el edificio central del balneario "Kurhaus" y la iglesia evangélica "Marktkirche" que fue construida como basÃlica de tres naves entre 1852-1862 por Karl Boos en estilo neogótico, su torre del oeste de 92 metros es el edificio más alto de la ciudad; esta iglesia es la primera construcción de ladrillo de todo el ducado de Nassau y delante de ella está el "Schweiger" (mudo) una escultura en honor a Guillermo de Oranier (1533-1584), Principe de Orange conocido por el mote de "el taciturno" debido a que raramente expresaba una opinión clara sobre temas controvertidos, como curiosidad decir que el himno nacional holandés, el Wilhelmus, está escrito en su honor.
Goethe pasó en ella una temporada y Dostoievsky se endeudó hasta las cejas en su casino, hoy en dÃa sigue siendo una ciudad turÃstica , en especial para los rusos de posibles que suelen visitar sus baños termales.
Dicen las estadÃsticas que en Wiesbaden de cada 270 habitantes uno es millonario, asà se entiende el buen estado de conservación de sus edificios.
No es barata, por algo algunos dicen que es la ciudad alemana de los millonarios, pero caminar es gratis y Wiesbaden invita a pasear larga y relajadamente por sus estrechos pasajes con muchos rincones bordeados de casas de los siglos XVIII y XIX que se encuentran salpicando su casco antiguo.
Por cierto que Wiesbaden está hermanada con una ciudad española tan encantadora como ella: San Sebastián.