En los paÃses nórdicos cuentan de profundos y oscuros lagos que, de un modo extraño, atraen a la gente hacia sÃ, forzando finalmente al melancólico a arrojarse a su fascinante profundidad. Algo de esa extraña fuerza ejerció el cementerio protestante de Málaga sobre mÃ. Llegué a comprender por qué un lunático inglés se habÃa quitado la vida para que lo enterrasen en este lugar. Gracias a Dios, yo no soy un lunático, sino que siento deseos de ver más de este bendito mundo, y no me quité la vida. Me parecÃa andar por un trozo de paraÃso, por el más maravilloso de los jardines.
Hasta el propio Andersen, que pasaba los veranos en la provincia ( De ahà que su cuento de la princesa y la rana fuera inspiración del Tajo de la Encantada en Alora, Malaga) escribio sobre este cementerio:
Fui en coche hasta mi lugar preferido: el cementerio protestante de Málaga; a él habÃan volado mis pensamientos cuando me hallé enfermo en la Fonda de los Siete
[Suelos.
Junto al liso y claro mar
junto al mar bullente
me habéis de enterrar...
... solÃa yo cantar en el norte, bajo las hayas; ahora volvÃa a repetirlo aquà junto a las susurrantes palmeras, donde florecen los arrayanes, y los geranios del solterón crecen altos y exuberantes: «junto al liso y claro mar, junto al mar
[bullente».