Treinta años sumido en el fragor de un hervidero como O Bebedeiro marcan, indiscutiblemente. Por eso, sólo ocho meses después de dejarlo, el cuerpo le ha pedido volver a la brecha. Y lo ha hecho abriendo un nuevo local apenas a cien metros de la casa madre. El de Alberto comparte no pocos elementos con ésta, al tiempo que aporta sugerentes novedades. Una combinación garantÃa de éxito entre la parroquia coruñesa, como demuestra la masiva afluencia – casi lleno ayer, martes noche – en sus apenas tres semanas de vida.
Frente al frenesà ornamental de O Bebedeiro, El de Alberto presenta una decoración sobria en su pequeña sala con capacidad para 25 comensales (a la que se añade, a la entrada, un pequeño espacio con cuatro mesas altas): paredes de paños lisos, rojos o blancos, con algo de madera; el suelo, de pizarra; el mobiliario y la mantelerÃa también en madera, rojo y blanco; la vajilla mucho más cuidada.