Dejate llevar. Andar por sus calles no es cualquier cosa, todos dicen que te envuelve y hace que te empapes de una magia peculiar. ExprÃmelo al máximo, contágiate de sus gentes. Los visitantes que se acercan comentan que no se aleja mucho de la descripción que dio Cervantes allá por 1615 y ahora, en pleno siglo XXI pocas cosas han cambiado.
No existen los humos de coches, ni edificios demasiado altos. Sus callejones se encuentran en un sosegado silencio porque aquà no existen las prisas, los atascos, ni agobios.
En enero se llena de color a raudales con sus carnavales, en febrero gachas por San Blas, solemne con su banda de música y cornetas en Semana Santa. Teatro en plena calle encontrarás a finales del mes de abril. Oirás el mayo manchego al llegar la primavera. Se te pondrán los pelos de punta al oÃr a su coral en la Pascua de Mayo.
Siéntelo, es El Toboso.