Aquà llegamos para probar uno de los famosos daiquirÃs (con acento en la segunda i, como dicen los cubanos)... y no salimos decepcionados.
Hay quien dice que, despuçes de cinco cócteles, hay alguno que se pone a hablar con la estatua de Hemingway que hay al final de la barra... pero yo no pude disfrutar de tal espectáculo ;)