Esta singular catedral de la ciudad de Avila data de los siglos XI a XVI. Consagrado a San Salvador, este edificio empezó a construirse en el año 1091.
Es una catedral-castillo en la que almenas, matacanes y paseos de vigías combinan de manera armoniosa con la estructura de uno de los primeros templos góticos de España. Está adosada a la muralla de tal forma que la línea de muros oriental de esta barrera defensiva avanza en semicírculo adaptándose al ábside del templo que forma así un cuerpo con el resto de la fortaleza.
Su ábside es motivo central del escudo de Ávila y su historia está unida indisolublemente a la de la ciudad. A principios del siglo XVI, aquí se reunió la Junta Santa de los Comuneros antes de su levantamiento contra Carlos I.
La catedral tiene el aspecto de una fortaleza, con una de las dos torres góticas y una portada principal en la que se superponen elementos góticos y barrocos.
Su interior, de rasgos románicos y góticos, está realizado en una singular piedra rojiza y blanca. La peculiar estructura de este interior la convierte en una de las iglesias más originales del país. Hay que destacar los exquisitos relieves del trascoro y, en la girola, el sepulcro de alabastro de Alonso de Madrigal el Tostado, obispo del siglo XV.