Es citada ya como parroquia en el censo de Gil Torres de 1250 y es verosímil que fuera la iglesia del palacio de los Trastámara,que luego, a finales del s. XV la Reina Isabel cedió, fue ampliada y reformada por los caballeros Sedeño y Altamirano.
En su cabecera aun se aprecian arcadas dobles, restos del ábside mudéjar de la primitiva fábrica contigua al palacio con claras referencias de haber estado unida al mismo; por ser justo en ese punto donde la plaza doblaba el soportal hacia su zona norte.
En su fachada sur destaca la torre, asentada sobre un cubo de la propia muralla al que se añadió el cuerpo de campanas, con dos arcos por lado, apuntados y recuadrados en alfiz. Sobre el, a finales del s. XVI se eleva una galería con balaustrada pétrea de clásicas bolas escurialenses sobre la terraza un cuerpo octogonal, con ventanales de medio punto y un chapitel de pizarra.
La portada sur, es la de la época de reconstrucción de finales del s. XV y tiene en su hornacina, una notable escultura del titular en piedra caliza, bastante mutilada, del s. XVI.
Es de una sola nave abovedada en el s. XVIII, que conserva algunos restos de armadura reaprovechados en la actual cubierta, con decoración de cardinas góticas, igual a la de San Nicolás de Madrigal.
Tiene cúpula en el presbiterio, cuatro óculos y pechinas con relieves de los evangelistas. Alargada y estrecha con ampliaciones sucesivas a los pies del templo, donde estuvo su primitiva puerta. El coro de cúpula barroca, con pechinas de hojarasca y angelitos coronados que tienen instrumentos artesanales.