Situado en la parte baja del Castillo de Arévalo, este arco marcaba la entrada de la ciudad, al terminar el Puente de Medina.
De estilo neoclasico, esta construido en ladrillo y en la parte que mira hacia afuera tiene un escudo de la ciudad hecho en granito.
Fue construido en 1769 como arco conmemorativo y fue restaurado en 1985.